Por Jackie Bini Última actualización Feb 2, 2022
Cuando el 2021 estaba en sus últimos tramos, un documental de 54 minutos impactó en la sociedad cordobesa, exponiendo la problemática ambiental que atraviesa nuestro río urbano. El Grito del Suquía muestra, denuncia y se hace oír.
Su director es Andrés Dunayevich, quien comenta que estudió comunicación social y se especializó en Publicidad, trabajando en empresas del rubro “aunque nunca me sentí del todo a gusto”. Luego incursionó en radio y es allí donde comenzó a disfrutar de la posibilidad de contar historias de vida. Sin embargo, no fue hasta que se fue a vivir a Australia que adquirió el gusto por narrar. “Desde mi punto de vista hacer documentales tiene mucho que ver con viajar” afirma el realizador.
Hay una destacada mirada social en tus trabajos. ¿Cómo decidiste ese camino?
En general las malas decisiones llevan a buenas historias y la posibilidad de reírse de los fracasos es una cuestión de tiempo y distancia. Así fue como surgieron las historias de El Camboyano (su productora). Cuentos o relatos que escribía cuando vivía en un pequeño pueblito del sur de España. Tenía que caminar todos los días 2 kilómetros de ida y dos kilómetros de vuelta a mi trabajo, cruzando una montaña hasta llegar a la Ciudad. Sin muchos amigos, ni TV, comencé a leer, escribir, como forma de ocultar que extrañaba. Me daba cuenta que si contaba historias de fracaso gustaban mucho más que las de éxitos absolutos. Tampoco tenía muchos triunfos para contar. En cambio las historias de superación siempre me gustaron mucho. Durante los viajes aprendí a escuchar historias, y a conectarme con las ilusiones y los sueños. Creo que esa es una buena base para los documentales. No obstante, uno de los mayores aprendizajes y mi compromiso social en los trabajos documentales de El Camboyano Producciones tienen que ver con mi participación en la Asociación Civil El Ágora. Allí trabajé evaluando proyectos para el Premio Iberoamericano y del Caribe sobre Mejores Prácticas que otorgaba Naciones Unidas. En ese programa pude conocer realidades sociales de Latinoamérica. Esa fue la base para conocer historias transformadoras, las cuales sin embargo en los formularios presentados no lograban transmitir la esencia de las prácticas sociales. Cuáles eran las verdaderas motivaciones que llevaron a querer abordar una cierta problemática social. Lo que sí pude corroborar es que siempre detrás de una práctica social hay una gran historia repleta de anhelos, emociones, relaciones, miedos, injusticias y la posibilidad de trabajar en equipo. Ellos son los verdaderos héroes colectivos. Y cuando nos referimos a héroes, no estamos hablando de superhéroes, sino de personas que emprenden un proceso de transformación social de manera colectiva. Una transformación social que está mucho más cerca de lo que creemos. Ahí surgen algunos de los documentales y series como 3270 Transformador, Buenas Prácticas Rodando, Héroes Colectivos, Heroínas Colectivas, Antes del Fin, Atrapados sin Salida al Mar y el último documental que presentamos, El Grito del Suquia.
Precisamente El Grito del Suquía se ha transformado en un éxito de visualizaciones. ¿Cómo fue su gestación, qué te motivó a hacerlo y cómo sigue su derrotero este año?
Si bien sabíamos que El Grito del Suquía, iba a generar impacto en Córdoba por la misma situación del río, su rápida repercusión nos sorprendió. El documental de 54 minutos obtuvo 15.000 visitas en YouTube en tan solo 10 días. Se viralizó y fue compartido espontáneamente de boca en boca desde Whatsapp entre amigos y familiares. Eso es lo que arroja el análisis que brinda YouTube en sus estadísticas. Esta repercusión dejó a las claras cómo nos duele que nuestro rio Suquía se haya enfermando así y el despertar de conciencia que generó la pandemia. Fue clave para el documental haberlo vivido desde la perspectiva de la gente, sentirlo y navegarlo en bote en sus 32 kms que atraviesan la ciudad de Córdoba. Utilizamos el dispositivo narrativo del road movie o como decimos en tono humorístico una “river movie” que nos permitió involucrarnos con la realidad socio-ambiental del río Suquía. Concluyendo que la salud del río es el reflejo de lo que sucede en nuestra sociedad. En este momento estamos presentando El Grito del Suquía en una serie de festivales nacionales e internacionales, aunque nos parece que lo más importante ya sucedió. No lo vamos a sacar de YouTube como dijimos inicialmente porque es fundamental que se siga difundiendo, en las escuelas, en los barrios y para marzo de este año queremos presentarlo en un festival del Rio, en diversos espacios. El río pasa, fluye y a su paso vamos aprendiendo con sus historias. Nos sentimos contentos de que el documental aporte a la reflexión, que ponga en valor lo que la gente hace, que modifique ciertos prejuicios, que movilice e incluso que por momentos duela, para lograr nuestro propósito de contribuir a modificar la situación ambiental del río Suquía.
¿Qué otros proyectos tienes en marcha?
Este año 2022 vamos a seguir contando Historias desde El Camboyano Producciones. Se viene El Cordobazo de las Mujeres, La Mítica 40 una historia de ciclo-viajeros, y por qué no, continuar navegando con El Grito del Suquía. Buscamos contar historias que nos cambien un poco, nos transporten y por momentos detengan el tiempo. Por que como dice el sociólogo Zygmunt Bauman: “Cuando leo sobre ellos descubro algo sobre mí”.
Jackie Bini
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